BODA CASA DE OFICIOS

Casa de Oficios, una finca de bodas en un enclave muy especial. Esta situada en la campiña de Torremocha del Jarama. Es cierto que la mayoría de fincas de bodas suelen ser muy bonitas, pero esta tiene algo especial. Cuando atraviesas el pueblo y te adentras en la vega del Jarama, lo primero que te pide el cuerpo es bajar las ventanillas del coche y respirar aire puro. Es una gozada ver el entorno y los mosaicos de campos de cereal. Pero lo que realmente hace única a la finca Casa de Oficios son sus campos de lavanda. Una vez que te adentras en la finca, a la derecha hay una extensión enorme de campos de lavanda. No se si será el aroma a lavanda, pero te da una sensación de paz increíble.

Llevaba tiempo queriendo hacer una boda en Casa de Oficios. Cuando Laura y Mariluz me dijeron que se casaban en esta finca, se me iluminó la cara. Nada más aparcar, vi a lo lejos a una persona que resultó ser Lola, una de las encargadas de la Finca y del Laurel Catering. Lola fue encantadora y tuvo la amabilidad de enseñarme la finca y todos sus rincones. Sin duda, una finca de bodas en la que la encargada recibe tan bien al fotógrafo, es sin duda una señal de que cuidan y tratan a todo el mundo con mucho cariño. Se nota que Lola y el equipo de Laurel Catering disfrutan de su trabajo.

Los vestidos de novia en esta boda sin duda fueron los grandes protagonistas. No solo uno, sino dos. Ambos diseñados a medida por J&N couture. Dos vestidos de novia, dos obras de arte. Sin duda se nota que son vestidos de alta costura hechos a medida y con mucho mimo. Son vestidos sencillos a la par que elegantes. Sin duda cuando los ves sabes que hay mucho trabajo detrás de ellos. Pero lo más importante es que tanto a Laura como a Mariluz les quedaba como un guante. Reflejaban perfectamente su estilo y su personalidad. No puedo dejar de mencionar el precioso maquillaje que les hizo mi mujer y los peinados de Chun Sousa.

Desde que sales de la casa hasta que llegas a la zona de la ceremonia, tienes un paseo lleno de naturaleza. Es perfecto para calmar los nervios antes de llegar a la zona de la ceremonia. Laura acompañada por su madre, fue la primera en llegar. Era el turno de Mariluz, y a ambas se les iluminó la cara cuando se vieron por primera vez. Durante toda la ceremonia no dejaron de hacerse gestos de cariño, de mirarse y de agarrarse. Era un momento tan feliz y tan importante para ellas que se les veía disfrutarlo, escuchando a su gente más querida y como no, leyéndose sus votos matrimoniales.

Como fotógrafo de bodas, uno de los momentos que más me gusta es la sesión de fotos. Casa de Oficios y fotos de bodas bonitas es algo fácil de conjugar. Aunque siempre procuro ir rápidi, en este caso creo que me faltó tiempo. Cada rincón me sugería una foto. Aun así tuve que controlarme para que Laura y Mariluz pudieran disfrutar del coctel lo antes posible. Una de las fotos que no podía faltar era la de los campos de lavanda y las de la puesta de sol. Es un pequeño resumen de fotos pero que sin duda refleja lo guapas y radiantes que Laura y Mariluz estaban y lo increíble que es esta finca.

Cuando unes a dos mujeres, una madrileña y otra andaluza, la celebración de la boda promete. Después de recibir abrazos de todos sus invitados, y sobre todo pasar rato con sus abuelos, llegó el momento de la música en directo y de las sevillanas.

Aunque la fiesta ya había empezado unas horas atras, la “oficial” empezó por todo lo alto. Un baile coreografiado de los invitados y luego el baile de Laura y Mariluz fusionando bailes flamencos y madrileños. Como detalle curioso, cuando me iba, hice una foto de unos de los patios. Al llegar a casa y revisar las fotos me di cuenta que en ese momento había pasado un bólido. Algo parecido a un pequeño fragmento de un asteroide que justo entraba en la atmósfera.

Celebración: Finca y Catering:  Casa de Oficios by Laurel Catering | Diseñador Vestidos de Novia Madrid: J&N Couture – Temporada 2024  | Ramo de Novia : Lorena Marco